1969 – FUERZA DE MASAS - 2011
“EL CAMPO DEL INTELECTUAL ES POR DEFINICIÓN
RODOLFO WALSH
Otro 16 de septiembre, y como todos los años se recuerdan solo dos efemérides: el Golpe de 1955 y la Noche de los Lápices, pero continua en el olvido como siempre un nuevo aniversario del “SEGUNDO ROSARIAZO”, producido el 16 y 17 de septiembre de 1969, la movilización de protesta más grande de la ciudad con más de 150.000 personas en las calles, apoyando la huelga de los ferroviarios, y contra el gobierno del dictador Onganía.
¿Por qué recordamos poco el movimiento de masas más grande de la historia de Rosario? DEL SEGUNDO ROSARIAZO NO SE HABLA. DE ESO NO SABEN LAS NUEVAS GENERACIONES Y LAS VIEJAS NO LO RECUERDAN O NO LO QUIEREN RECORDAR.
Porque se hacen actos, notas, mesas redondas, marchas, por otros acontecimientos y no por el SEGUNDO ROSARIAZO, ya que si algo lo distinguió FUE LA ALEGRIA, LA LIBERTAD, LA SOLIDARIDAD Y LA BRONCA ANTIDICTATORIAL EN CADA BARRICADA Y EN CADA COLUMNA DE MANIFESTANTES.
Si analizamos las luchas de 1969 en tanto proceso, podemos concluir que las luchas políticas y sociales libradas a partir de 1955, produjeron la crisis de los cuadros políticos y de los partidos políticos. Es en estas condiciones en que durante 1969, el conjunto social produjo tres hechos de carácter político-estratégico: la crisis de una forma de implementar el poder que nos aparece como crisis del reformismo, de la que emergen dos nuevos tipos de poder: la forma de poder de la moderna aristocracia financiera y un poder de nuevo tipo, el de las masas.
La estrategia de poder de la clase trabajadora, construye su programa, prefigura su meta y realiza su fuerza moral contenida durante 1969, creando a partir de allí la moral proletaria.
No puede emerger la moral proletaria si no se ha constituido una situación de masas y el proceso de formación de masas es el emergente de fuerzas sociales en enfrentamiento, las que producen y reproducen su fuerza moral y material realizándola por medio de los enfrentamientos sociales, hasta constituir, fuerza de masas.
Es a partir de ese momento y situación en que ya nada será igual ni nadie pensará como hasta entonces no se alineará política y socialmente de la misma manera, a partir de 1969. ¿Pero, qué fue el Segundo Rosariazo? La dictadura militar de 1966, tras intervenir "La Unión Ferroviaria", anulo convenios y conquistas, produjo rebajas de categorías y de sueldos, 116.000 empleados y obreros fueron sancionados.
El 8 de septiembre de 1969, el Cuerpo de Delegados de la Seccional Rosario del Ferrocarril Mitre y la Comisión Coordinadora de la Unión Ferroviaria comunicaba que "se iniciaba una huelga de brazos caídos en los lugares de trabajo", tras la suspensión de un delegado administrativo. Pararon ese día los Talleres de Rosario, Pérez, Villa Diego, y personal administrativo. Por la noche en una masiva asamblea se decidió continuar la huelga, esta vez por 72 hs., con la adhesión de La Fraternidad, y la medida se extendió a las Seccionales de Arroyo Seco, Empalme, Villa Constitución, San Nicolás, Cañada de Gómez y Casilda.
La empresa anuncio suspensiones, la CGT Rosario se declaro "en estado de alerta y convoco a un plenario", mientras los delegados declararon "LA HUELGA POR TIEMPO INDETERMINADO" a partir del día 12. La solidaridad del resto de los ferroviarios se extendió por todo el país.
La dictadura ordenaba el Estado de Sitio, y al personal ferroviario que se movilizara se le sería aplicado el Código de Justicia Militar.
Un plenario de 32 gremios de la "CGT Unificada de Rosario", resolvió "realizar un paro por 38 horas, los días 16 y
Desde las 10 hs, masivas columnas de trabajadores comenzaron a marchar partiendo de sus sedes sindicales o de los lugares de trabajo. Desde LA FRATERNIDAD más de 7000 ferroviarios, se dirigieron a la empresa Minetti, posteriormente se les sumaron los obreros textiles de "Extesa", se incorporan los trabajadores del vidrio, de la construcción, etc. Desde Oroño, marcho la columna de LUZ Y FUERZA, y otra lo hizo de la Usina Sorrento. Del sur venían los obreros del frigorífico SWIFT, los portuarios y los metalúrgicos. Todos trataban de converger al local de la CGT, en la calle Córdoba. Los estudiantes concentrados en las distintas facultades se unían a las columnas.
Al comenzar la represión policial, esta lograba parcialmente dispersar a los manifestantes, pero estos levantaban barricadas, resistían, se reagrupan y continuaba la protesta. Por toda la ciudad, aparecían barricadas en donde se encontraban peronistas, radicales, comunistas, socialistas, independientes, etc. Los puntos de concentración aumentaban, se incendiaban colectivos y trolebuses que no paraban, y la policía se fue replegando.
Con el correr de las horas, era cada vez mayor la cantidad de vecinos que se sumaban a la protesta, y la lucha se desplazo a los barrios. Se incorporaron las amas de casa y los niños, y durante toda la jornada se turnaron para mantener en actividad las barricadas, donde se realizaban espontáneas asambleas para discutir como continuar.
El Ejército se hizo cargo de la represión y comenzó a recuperar el control de la ciudad. Un por el momento desconocido Coronel Leopoldo Galtieri, comandaba uno de los batallones. Los enfrentamientos siguieron por la noche y durante el día 17.
Los trabajadores acorralados por la proscripción del peronismo, la intervención de sus sindicatos, el cercenamiento de conquistas históricas de la clase obrera, la detención de muchos dirigentes, y la situación económica que se agravaba, creo un clima que estallo con los “Azos” del 69, de los cuales los más recordados son el primer Rosariazo del 16 de Mayo, el Cordobazo del 29 de Mayo, y este segundo Rosariazo, mucho más masivo, más organizado y menos espontáneo que cualquier otra rebelión popular de la historia argentina. 150.000 personas estuvieron presentes en dichas fechas; y en éste se resignifica el paso de un momento de movimiento de masas a otro de fuerza de masas.
Por todo esto cada 16 y 17 de septiembre debemos recordar al SEGUNDO ROSARIAZO, donde la solidaridad, la decisión de luchar y enfrentar a la dictadura, se vivió por toda la ciudad.
Para finalizar, se nos hace necesario preservar LA MEMORIA HISTÓRICA DE LAS LUCHAS DE NUESTRO PUEBLO, Y DE LA CONQUISTADA UNIDAD OBRERO-ESTUDIANTIL AL FRAGOR DE LAS LUCHAS EN LAS CALLES, UN MOMENTO POLÍTICO EN LA LUCHA TEÓRICA DE CLASES EN NUESTRA ARGENTINA.