Faltando algunas semanas para la finalización del cursado, vemos oportuno a modo de balance comentar algunas de las actividades desarrolladas durante este año por las Secretarías Académica y de Extensión del Centro de Estudiantes que coordinamos desde la Agrupación Independiente Mate Cocido. Asimismo, creemos necesario compartir algunas reflexiones y abrir el debate en torno al funcionamiento general que tiene nuestro Centro de Estudiantes como órgano gremial.
Desde que asumimos la coordinación de estas secretarías en 2008, y entendiendo el carácter participativo y democrático que debe tener nuestro órgano gremial, hemos planteado reuniones abiertas a todos los estudiantes, en las que se discute y proponen actividades a partir de los intereses y necesidades manifestados.
Este año, desde las secretarías seguimos profundizando el trabajo alrededor de un eje sobre el que compañeros de distintas carreras sienten cada vez más la necesidad de debatir y dar respuesta: cómo vamos construyendo ese nuevo modelo de universidad y de profesional en pos de una sociedad más justa e igualitaria. Así la mayoría de las actividades, charlas, proyectos y seminarios desarrollados abordaron desde las diferentes disciplinas problemáticas propias de los sectores populares; buscando estrechar el vínculo y articulación (“extensión”) de la Universidad con éstos sectores en la construcción colectiva de conocimientos y soluciones a los problemas sociales.
Algunas de las actividades fueron:
- IVº Seminario Extracurricular de Educación Rural “Aportando a la formación profesional un abordaje de las problemáticas sociales en el medio rural”, con pasantías en las Escuelas de la Familia Agrícola de la pcia. de Corrientes y en el que participaron compañeros de Historia, Antropología, Filosofía, Cs de la Educ., Artes, Letras, Música y Psicología.
- Seminario Extracurricular de Educación Popular “Trabajando con las herramientas de Paulo Freire”, a cargo de profesoras de la facultad que tienen larga experiencia en la coordinación de trabajos concretos de educación popular en diferentes barrios de la ciudad.
- Seminario Extracurricular de Historia de la Educación Argentina “Infancias, Juventudes y Educación en la Argentina: una mirada histórica”, a cargo de la Mg María del Carmen Fernández.
- Continuación del Proyecto de Investigación Diciembre de 2001 en Rosario, donde se intenta la recuperación de la memoria reciente desde un abordaje interdisciplinario
- IVº Encuentro Nacional “La formación profesional y el compromiso con las problemáticas sociales”, 10, 11 y 12 de septiembre. Junto a delegaciones estudiantes de Río Cuarto, Villa Mercedes, San Luis y Mendoza y representantes de organizaciones gremiales y sociales (trabajadores ocupados y desocupados, centros comunitarios y pueblos originarios), compartimos experiencias y discutimos sobre la articulación Universidad-Sociedad así como sobre nuestros planes de estudio y formación profesional en miras a una Nueva Ley de Educación Superior.
- Proyecto “Acompañamiento a Ingresantes” ante el alto grado de deserción estudiantil en el primer año y considerando como una de las causas la ausencia de políticas en la facultad que aborden la integración de estos estudiantes a la vida universitaria, elaboramos y estamos implementando este proyecto desde la Sec. Académica del CEHyA. Un sistema de tutorías a cargo de estudiantes avanzados y profesores en que se desarrollan talleres sobre Técnicas de estudio, Presentación formal de trabajos, Metodología de la investigación, Funcionamiento de los espacios institucionales y gremiales, etc.
- Semana del Hombre Nuevo Latinoamericano - Iº Jornada de Trabajo Voluntario, en Barrio Franzzeti de nuestra ciudad. A 50 años de las Jornadas que el Che encabezara en Cuba y rescatando el papel de la solidaridad y de la organización y trabajo colectivos; planificamos y desarrollamos junto a los vecinos y la Mesa de Encuentro Barrial un conjunto de acciones tendentes al mejoramiento de las condiciones de vida de este barrio.
- Selección y recuperación de libros de biblioteca central. Cientos de libros por orden de las autoridades de la facultad iban a ser desechados por su “grave estado de descomposición”. Afortunadamente los estudiantes comprobamos a tiempo que esto era falso y pudimos organizarnos para frenar la medida y trabajar con ayuda de no docentes en la recuperación y selección de una importante material bibliográfico para las bibliotecas de nuestras carreras.
Reflexiones en torno al funcionamiento del Centro de Estudiantes
Como sabemos muchos son los problemas, intereses y reclamos que tenemos como estudiantes tanto dentro de la facultad- universidad como dentro de cada carrera y curso en particular (desde lo que hacen a nuestra permanencia en la universidad como a las condiciones de cursado y la calidad académica de nuestra formación). Ahora bien, ¿cómo se resuelven estos problemas?, ¿cómo se defienden estos intereses?, ¿cómo se canalizan estos reclamos?
Por lo que viene mostrando el funcionamiento del centro de estudiantes hace ya varios años es que el modo de resolver los problemas, defender los intereses y canalizar los reclamos, depende EXCLUSIVAMENTE de la agrupación que lo preside-conduce (gana las elecciones anuales…), depende de su “estilo”, de los intereses y ejes propios de su partido. De ahí que la participación masiva de los estudiantes no sea, digamos, “LA” preocupación…
Este año, por ejemplo, la nueva conducción (Franja Morada), si bien realizó algunas actividades académicas y promocionó los servicios de bienestar estudiantil de la universidad (becas, comedor, etc.) no alentó la participación de los estudiantes en la discusión de los problemas de la facultad y de las carreras. Prácticamente no se convocó a asamblea ni a reunión de centro de estudiantes.
Si ni siquiera se convocó para discutir los problemas de la facultad, obviamente los problemas más relevantes “de afuera” de la facultad que también fueron muchos durante el año, quedaron literalmente “afuera” (crisis internacional y su repercusión nacional y local, conflictos por los despidos masivos de trabajadores, golpe de estado en Honduras, situación latinoamericana, discusión sobre la nueva ley de radiodifusión, etc.). Si bien existió la presencia o el apoyo individual o como agrupación de muchos de nosotros en estos conflictos, a través de marchas o la organización de charlas-debate, estas acciones no estuvieron coordinadas a nivel general desde la conducción del Centro de Estudiantes.
Esta falta de funcionamiento democrático-participativo de nuestro órgano gremial hace, por ejemplo, que las únicas discusiones que recuerde la mayoría de nuestros compañeros al finalizar el año no sean las que abordaron nuestros problemas como estudiantes de una universidad pública inserta en una sociedad que requiere de nuestro aporte. No. Las discusiones que recuerda la mayoría de nuestros compañeros son lamentablemente las que enfrentan a las agrupaciones entre sí durante las elecciones, o por definir adónde se pega un cartel, como aquella que aconteció a mitad de año, con insultos, golpes y “cadena” de por medio, entre el Alde y la Franja Morada.
Todos estos problemas que se acarrean desde hace años obedecen, a nuestro entender, a un problema de fondo: la ausencia de reglas claras que rijan el funcionamiento de nuestro Centro de Estudiantes. Desde los lugares disponibles para pegar carteles a cuestiones más centrales e importantes como son el rol que nuestro gremio deba tener en la lucha por nuestras reivindicaciones, así como también su compromiso con la realidad de los sectores populares y con sus luchas; permanecen libradas a los caprichos del momento.
Este tipo de prácticas -y la lógica que les subyace- no hace más que alejarnos de los espacios de participación de los que deberíamos apropiarnos, los espacios que deberían ser nuestros. Contribuye a acrecentar la desmovilización y el descreimiento en la política que han facilitado el enquistamiento de los aparatos partidarios en los órganos de gobierno de la Universidad y la Facultad, como también en los centros de estudiantes. Esos aparatos que nos imponen sus ejes como si fueran nuestras necesidades.
Año a año vemos sucederse conflictos que parecen destinados a apagarse sin más saldo que una frustración creciente. La manipulación a la que nos vemos sometidos los estudiantes termina fragmentándonos. Por ello, nos parece que es hora de plantearse objetivos claros a largo plazo: si pretendemos que nuestro órgano gremial se constituya como articulador de un movimiento estudiantil fuerte, que crezca cuantitativa y cualitativamente paso a paso, no podemos empezar siempre “desde cero” en la lucha por nuestras reivindicaciones.
Resulta imperioso reconstruir desde abajo nuestro órgano gremial: la “bandera” del centro de estudiantes no puede seguir asociada a la agrupación que lo conduce en un momento determinado, tampoco a las agrupaciones que “coordinan” las secretarías. Creemos que la manera de posibilitar un avance progresivo en este sentido es discutir -entre todos, desde los cursos- los estatutos que reglen la organización del centro de estudiantes que necesitamos.
Obviamente no se trata de reglar por reglar nomás, esto nos lleva a un intenso y productivo debate sobre su contenido.
Desde la Agrupación Independiente Mate Cocido, creemos que hay que establecer mecanismos que garanticen la apertura de las secretarías del centro de estudiantes, definiendo atribuciones y objetivos para contribuir, así, a acrecentar y dinamizar la participación y a incluir los problemas e intereses particulares de todas las carreras en un sentido amplio (académicos, culturales, recreativos, gremiales, etc.). Así como también generar espacios a los que acudir cuando necesitamos organizarnos para resolver carencias concretas y puntuales (bandas horarias, régimen de cursado, turnos y criterios de exámenes, correlatividades, etc.) y, a su vez, un espacio desde el que se puedan articular las reivindicaciones de todas las carreras en un programa más amplio.
Por otro lado, consideramos fundamental que nuestro órgano gremial levante las banderas de los sectores populares apoyando sus luchas con acciones concertadas entre todos. Desde la participación en marchas, movilizaciones, etc. a políticas de extensión más elaboradas que expresen la necesaria articulación entre la Universidad y estos sectores y tiendan a la producción de conocimiento que posibilite su avance.
Todas estas cuestiones hacen que desde Mate Cocido apostemos a la organización horizontal e independiente, desde abajo, a partir de la realidad concreta que nos toca vivir como universitarios. Creemos que ya va siendo hora de asumir la responsabilidad histórica de conformar un movimiento estudiantil dinámico, ágil y fuerte, capaz de triunfar en la lucha por una Universidad abierta, masiva y comprometida con las problemáticas de los sectores populares; un movimiento estudiantil que se asuma como actor en la lucha por una sociedad más justa e igualitaria.